Sonó el gong que indicaba el
final de la meditación en el monasterio budista de Calcuta. Cuando Pedro se
disponía a salir de la sala, Dipa Ma, la maestra de meditación, le hizo una
señal para que se acercara:
- “Pedro,
percibo tristeza en tu mirada” le dijo Dipa Ma
- “Sí
maestra – dijo Pedro – últimamente mi madre y yo nos llevamos mal y ella está
muy enfadada porque estoy aquí. Hoy he recibido una carta de ella diciendo que
prefería verme en el infierno que en un monasterio budista. Eso me ha puesto furioso y muy triste al mismo tiempo.”
La maestra se retiró un instante
a su celda y volvió con 10 rupias en la mano, algo realmente valioso para una
mujer que vivía de una forma tan sencilla en Calcuta.
- “Pedro, no respondas desde tu furia. Responde desde el fondo de tu corazón. Toma y hazle un regalo a tu madre.”
Un año más tarde, la madre de Pedro viajaba al monasterio de Calcuta para visitar a su hijo.
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